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    Ciudad de México, 5 de junio de 2024.— En el corazón de las prácticas alternativas de sanación, el Reiki se ha destacado como una metodología de sanación energética que promete no solo aliviar el estrés y el dolor sino también fomentar un profundo bienestar emocional y físico. Pero, ¿qué es realmente el Reiki y cuáles son los principios fundamentales que sustentan esta práctica?

    El Reiki es una forma de terapia energética originada en Japón en la década de 1920 por el Dr. Mikao Usui. A diferencia de otras técnicas que requieren medicación o intervenciones físicas, el Reiki opera bajo la premisa de que el terapeuta puede canalizar la energía universal y transferirla al paciente mediante la imposición de manos, con el objetivo de restaurar el equilibrio y la armonía en el cuerpo del receptor.

    Uno de los principios fundamentales del Reiki es que todos somos portadores de una energía vital universal. Cuando esta energía fluye libremente por nuestro cuerpo, experimentamos salud y bienestar. Sin embargo, cuando el flujo de energía se bloquea, pueden surgir enfermedades y desequilibrios emocionales. Los practicantes de Reiki trabajan para eliminar estos bloqueos, facilitando así la capacidad natural del cuerpo para sanar.

    El proceso comienza con lo que se conoce como una sintonización, que es un ritual realizado por un maestro de Reiki que abre los canales energéticos del alumno, permitiéndole acceder a esta energía universal. Una vez sintonizado, el practicante puede comenzar a practicar en sí mismo o en otros, no solo en personas, sino también en animales, plantas y en la sanación a distancia.

    La práctica de Reiki se rige por cinco preceptos éticos que Mikao Usui estableció como pilares para una vida plena y saludable:

1. Solo por hoy, no te enojes.
2. Solo por hoy, no te preocupes.
3. Honra a tus padres, maestros y mayores.
4. Gana tu vida honestamente.
5. Muestra gratitud por todo lo vivo.

    Estos preceptos no solo guían la práctica del Reiki sino que también promueven un enfoque de vida que aboga por la paz y el bienestar general. Además, el Reiki no está vinculado a ninguna religión o creencia espiritual particular, lo que lo hace accesible a todos, independientemente de sus creencias personales.

    A pesar de su creciente popularidad, el Reiki ha sido objeto de escepticismo. Sin embargo, numerosos testimonios y algunos estudios sugieren que puede ser una valiosa herramienta complementaria en el tratamiento de diversas condiciones, ofreciendo beneficios como la reducción del estrés, mejora del sueño y alivio del dolor crónico.

    En resumen, el Reiki es una práctica que se centra en la sanación holística y el equilibrio energético. A medida que más personas buscan métodos alternativos para mejorar su salud y bienestar, el Reiki continúa ganando adeptos alrededor del mundo, consolidándose como una forma efectiva de cuidado personal y espiritual.