Inundaciones en Nepal dejan 170 muertos y decenas de desaparecidos tras lluvias récord

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    Katmandú, Nepal – 25 de septiembre de 2024. Las torrenciales lluvias que azotan Nepal desde el pasado viernes han dejado una estela de destrucción y desolación en gran parte del país. Las fuertes precipitaciones, consideradas las más intensas desde 1970, provocaron el desbordamiento de varios ríos, incluyendo el Bagmati, lo que generó inundaciones en la capital, Katmandú, y en diversas zonas del este y centro de Nepal.

    El Ministerio del Interior de Nepal confirmó que al menos 170 personas han perdido la vida hasta el momento, y 42 más permanecen desaparecidas. Las lluvias, que comenzaron el viernes por la tarde, alcanzaron los 240 milímetros en solo 24 horas, según la agencia meteorológica nepalí, causando devastación en barrios enteros y aislando a miles de personas.

    En Katmandú, los ríos desbordados arrastraron vehículos y destruyeron infraestructuras, mientras que en las zonas rurales las carreteras quedaron bloqueadas por deslizamientos de tierra. Uno de los desastres más graves se produjo al sur de la capital, donde un deslizamiento de tierra sepultó a 35 personas que viajaban en tres vehículos en una autopista.

    El drama humano no se limita a las víctimas directas de la catástrofe. Kumar Tamang, uno de los muchos damnificados, relató cómo tuvo que evacuar su hogar junto a su familia en plena madrugada cuando las aguas comenzaron a inundar su vivienda. "Volvimos esta mañana y todo había cambiado. No podíamos ni abrir las puertas de casa, estaban bloqueadas por el barro", comentó Tamang, aún consternado. Bishnu Maya Shresth, otro sobreviviente, explicó cómo tuvieron que saltar de un tejado a otro para evitar ser arrastrados por las corrientes hasta que finalmente fueron rescatados por embarcaciones.

    El esfuerzo por controlar la situación ha sido monumental. Más de 3 mil personas, entre rescatistas y voluntarios, han trabajado sin descanso para evacuar a los afectados y brindarles refugio. Se ha contado con la ayuda de helicópteros y botes, lo que permitió rescatar a más de 3 mil damnificados en las zonas más afectadas. No obstante, las autoridades advierten que las operaciones de rescate continúan, ya que aún hay varias áreas inaccesibles debido al alto nivel de las aguas y los daños a las infraestructuras.

    El río Bagmati, que atraviesa la ciudad de Katmandú, fue uno de los más perjudicados. Según testimonios locales, los residentes de los barrios ribereños se despertaron en medio de la noche cuando el agua comenzó a inundar sus viviendas y calles. Mahamad Shabuddin, dueño de un taller de reparación de motos, señaló que jamás había visto tal nivel de destrucción en su vida. "Da miedo. Nunca vi tamaña destrucción", dijo con incredulidad mientras observaba los restos de su taller, sumergido bajo el lodo.

    El fenómeno ha reavivado el debate sobre el impacto del cambio climático en la región. Los expertos señalan que el aumento de la intensidad y la frecuencia de los monzones en los últimos años está vinculado al calentamiento global. Cada año, entre junio y septiembre, los monzones provocan lluvias torrenciales en el sureste asiático, pero las inundaciones y deslizamientos de tierra han aumentado en gravedad.

    El Departamento de Hidrología y Meteorología de Nepal informó que, según datos preliminares, 14 distritos registraron precipitaciones récord en las últimas 24 horas. Los informes de los climatólogos indican que las lluvias extremas, combinadas con la deforestación y la urbanización descontrolada, han exacerbado las condiciones que provocan estos desastres.

    La tragedia que vive Nepal ha movilizado a la comunidad internacional. Países vecinos como India y China han ofrecido ayuda humanitaria, y varias organizaciones internacionales ya están trabajando en coordinación con las autoridades nepalíes para proporcionar alimentos, agua potable y medicinas a los desplazados.

    Los damnificados, por su parte, enfrentan una realidad desoladora. Con sus hogares destruidos y pocas pertenencias rescatadas, miles de familias han quedado sin techo, dependiendo completamente de los esfuerzos de ayuda que, según las autoridades locales, podrían tardar días en llegar a las áreas más remotas.

    Los esfuerzos de recuperación serán un reto monumental para un país que ya lidia con altos niveles de pobreza y una infraestructura frágil. La reconstrucción de viviendas, caminos y sistemas de agua potable será una tarea de largo plazo. Mientras tanto, la prioridad sigue siendo el rescate de las personas desaparecidas y la provisión de ayuda urgente a los afectados.

    Nepal, un país acostumbrado a los rigores del clima monzónico, se enfrenta una vez más a los devastadores efectos de la naturaleza, pero en esta ocasión, los expertos advierten que la situación se ha visto agravada por la falta de planificación urbana y la creciente influencia del cambio climático.