Alberto Fujimori buscará tercer mandato presidencial en Perú a pesar de su salud y condenas.

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    Lima, Perú, 14 de julio de 2024 – El expresidente de Perú, Alberto Fujimori, ha anunciado su intención de postularse para un tercer periodo presidencial en 2026, según informó su hija Keiko Fujimori, líder del principal partido de derecha del país. Este anuncio llega en medio de serios problemas de salud y cuestionamientos legales, tras haber cumplido condenas criminales.

    “Mi padre y yo hemos conversado y decidido juntos que él será el candidato presidencial”, escribió Keiko Fujimori en sus redes sociales, acompañando un video donde su padre confirma la noticia. El expresidente, quien reveló en mayo que padece un tumor maligno en la lengua, se encuentra a dos semanas de cumplir 86 años. A pesar de su frágil estado de salud, Alberto Fujimori parece decidido a regresar a la política peruana.

    Alberto Fujimori, de origen japonés, gobernó Perú con mano de hierro entre 1990 y 2000. Durante su mandato, derrotó a la guerrilla maoísta de Sendero Luminoso, encarcelando a sus principales líderes. Sin embargo, su gobierno también estuvo marcado por violaciones a los derechos humanos y corrupción. Fujimori fue condenado a 25 años de prisión por dos matanzas de civiles perpetradas por un escuadrón del ejército en el marco de la lucha contra Sendero Luminoso a principios de la década de 1990.

    Keiko Fujimori aseguró recientemente que no acompañará a su padre como eventual vicepresidenta. “Yo preferiría no estar en esa fórmula. Yo creo que mi rol, como presidenta del partido, lo ayudará a armar los equipos”, explicó.

    El fujimorismo sigue siendo una fuerza poderosa en el fragmentado Congreso peruano, controlándolo junto a otras agrupaciones derechistas. Sin embargo, la candidatura de Fujimori enfrenta varios obstáculos, tanto legales como de salud.

    Uno de los impedimentos legales para su candidatura es una deuda de reparación civil pendiente de aproximadamente 15.5 millones de dólares, resultado de tres casos por los cuales fue sentenciado. Ernesto Blume, exmagistrado del Tribunal Constitucional de Perú, señaló a Canal N que el indulto humanitario no elimina la responsabilidad penal de Fujimori, lo que le impediría postular a la presidencia. “El indulto le ha perdonado el cumplimiento del resto de la pena que se encontraba pendiente, ya sea por razones humanitarias, pero no ha eliminado su responsabilidad penal ni el mismo carácter de la condena”, explicó Blume.

    Keiko Fujimori respondió a estas críticas en una entrevista con la radio RPP: “No voy a entrar en el debate de los temas legales, ese debate se lo dejo a los abogados y me imagino que más adelante se va a dilucidar esa posibilidad”. Hasta el momento, las autoridades electorales no se han pronunciado sobre su candidatura.

    El estado de salud de Alberto Fujimori es otro factor crucial que podría afectar su candidatura. En mayo pasado, Fujimori anunció que le fue detectado un tumor maligno en la lengua, una afección que padece desde hace más de 27 años. En 2018, reveló que los médicos también detectaron un tumor en sus pulmones. Recientemente, sufrió un accidente de cadera en su residencia, del que apenas se está recuperando. “Son varias pruebas que mi padre va a tener que pasar, sin duda la más importante es su salud”, añadió Keiko Fujimori en la misma entrevista con RPP.

    En un mensaje emotivo, Keiko Fujimori expresó su confianza en la recuperación de su padre y su capacidad para liderar una campaña exitosa. “Está en proceso de volver a caminar y además está recibiendo radioterapias. Cuando hablamos de política, veo sus ganas de vivir y confío que se va a recuperar. Será un excelente candidato, un gran presidente. El 2026 haremos campaña con el ritmo del chino”, aseguró al diario El Comercio.

    Alberto Fujimori tiene una larga trayectoria en la política peruana, habiendo dejado un legado controvertido. Su intento de regresar al poder en 2026 será observado de cerca tanto por sus seguidores como por sus detractores. A medida que se aproximan las elecciones, la nación peruana se enfrenta a un debate crucial sobre su futuro político y los límites de la rehabilitación política de un exmandatario condenado.