Proteínas NRBP1 y NRBP2: clave oculta para la estabilidad del ADN y prevención de enfermedades
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Multimedios Informativos | por: Evelin Amellally Fecha: 2025-07-14
Estado de México, 14 de julio de 2025 — Un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista Nature Communications, liderado por los científicos Wei Yang, Shaobo Cong y Ruoyao Li, ha descubierto un mecanismo molecular crucial que contribuye a la estabilidad genética del ser humano. La investigación se centra en el papel opuesto que juegan dos proteínas humanas, NRBP1 y NRBP2, en el control de un fragmento móvil del ADN denominado L1.
El ADN contiene diversas secuencias, pero algunas, como el elemento L1, tienen la capacidad de moverse dentro del genoma. Este movimiento puede resultar en la integración de L1 en nuevas posiciones dentro del ADN, proceso que es fundamental para la diversidad genética, pero que, si no está controlado, puede causar daños en el material genético y provocar inflamación. La inestabilidad genómica que genera está asociada a enfermedades graves como el cáncer y trastornos autoinmunes como la artritis reumatoide.
Los investigadores explican que L1 produce dos proteínas esenciales, ORF1p y ORF2p, que junto con el ARN de L1 forman un complejo molecular. Este complejo se ensambla inicialmente en el citoplasma celular y posteriormente migra hacia el núcleo, donde L1 se integra en nuevas posiciones del material genético. Este mecanismo, aunque contribuye a la diversidad biológica, puede ser peligroso si se activa de manera descontrolada.
El estudio reveló que la proteína NRBP1 facilita el movimiento de L1 dentro del genoma, promoviendo su integración y por lo tanto, incrementando la actividad de este fragmento móvil. Por otro lado, la proteína NRBP2 actúa como un regulador negativo, ya que descompone a NRBP1, frenando así el proceso y ayudando a preservar la estabilidad genética.
Este hallazgo ofrece una nueva perspectiva sobre cómo el cuerpo humano mantiene el equilibrio en la actividad de fragmentos móviles del ADN, un aspecto que hasta ahora permanecía poco comprendido. Entender este mecanismo puede abrir la puerta a futuros tratamientos enfocados en controlar la actividad de L1 para prevenir la aparición o el avance de enfermedades relacionadas con la inestabilidad genómica y la inflamación crónica.
El rol de NRBP2 como inhibidor de NRBP1 sugiere un sistema natural de defensa interna del ADN, donde estas proteínas funcionan como guardianes que regulan la movilidad de fragmentos genéticos potencialmente dañinos. Este equilibrio es vital para evitar que la activación excesiva de L1 cause daño celular y alteraciones en el sistema inmunológico.
Este avance científico también pone de relieve la importancia de la investigación básica para comprender procesos moleculares complejos que tienen un gran impacto en la salud humana. Aunque todavía falta mucho por descubrir, estos resultados representan un paso importante hacia la comprensión de la estabilidad genética y sus implicaciones en enfermedades como el cáncer, que sigue siendo una de las principales causas de mortalidad en el mundo.
En suma, el descubrimiento de cómo las proteínas NRBP1 y NRBP2 regulan el ADN móvil L1 aporta nuevas pistas para desarrollar futuras estrategias terapéuticas que ayuden a controlar la estabilidad del genoma, mejorar la respuesta inmunológica y prevenir patologías inflamatorias y tumorales.