Francia refuerza seguridad en museos tras millonario robo en el Museo del Louvre

Galeria: Robo histórico en el Louvre

   El Museo del Louvre, símbolo del arte y la historia mundial, fue escenario de un robo sin precedentes que dejó en evidencia las fallas en los sistemas de seguridad de las instituciones culturales francesas. El incidente ocurrió el domingo 19 de octubre, a plena luz del día, cuando un grupo de ladrones experimentados sustrajo tres joyas de valor incalculable pertenecientes a la colección real francesa.

   De acuerdo con el ministro de Justicia Gérald Darmanin, el hecho constituye un “grave fallo en los protocolos de seguridad”. En entrevista con la radio France Inter, reconoció que “lo que es seguro es que hemos fallado”, una declaración que ha generado un intenso debate público y político sobre la protección del patrimonio nacional.

   El robo duró apenas siete minutos, según el ministro del Interior Laurent Nuñez, quien detalló que los responsables utilizaron una pequeña motosierra para romper las vitrinas, mientras otro grupo operaba un montacargas desde la vía pública para extraer rápidamente las joyas sin ser detectados. Los objetos robados pertenecían a la colección imperial francesa, resguardada desde el siglo XIX en el Louvre. Entre ellos destacan:

Collar de zafiros de las reinas María Amelia y Hortensia, compuesto por ocho zafiros y 631 diamantes.

Collar de esmeraldas de María Luisa, con 32 esmeraldas y 1,138 diamantes.

Diadema de la emperatriz Eugenia, adornada con aproximadamente 2,000 diamantes.

   Las autoridades creen que el grupo delictivo podría tener nacionalidad extranjera y antecedentes en robos similares en otros países europeos. El ministro Nuñez afirmó que la Interpol ya participa en las investigaciones y que se activaron alertas internacionales para impedir la venta de las joyas en el mercado negro.

   El presidente Emmanuel Macron expresó su indignación en la red social X, donde escribió que “las obras y los autores serán llevados ante la justicia”. Macron calificó el robo como “una afrenta al patrimonio francés y a la historia europea”, destacando que se hará todo lo necesario para recuperar las piezas.

    Ante el impacto mediático, el Museo del Louvre permaneció cerrado durante 24 horas para permitir una evaluación de daños y una revisión completa de sus protocolos de seguridad. Fuentes del Ministerio de Cultura informaron que el personal del museo se encuentra “profundamente conmocionado”, y que se implementarán nuevos sistemas de videovigilancia y control de acceso con tecnología avanzada.

   Durante una conferencia conjunta, Laurent Nuñez y la ministra de Cultura Rachida Dati anunciaron que se ordenó reforzar la seguridad en todos los museos y sitios culturales de Francia. La medida incluye una revisión técnica de los sistemas de alarma, una mayor presencia policial en zonas turísticas y protocolos de respuesta rápida ante incidentes.

“Este suceso proyecta una imagen muy negativa de Francia en el exterior”, declaró Dati. “No solo es una pérdida material, sino una herida simbólica a nuestra identidad cultural. Las joyas robadas forman parte de la herencia de la nación y su recuperación es una prioridad absoluta”.

   Analistas de seguridad señalan que este caso podría marcar un punto de inflexión en la protección del patrimonio europeo. En los últimos años, los museos han sido objeto de robos cada vez más sofisticados, utilizando tecnología y logística propias del crimen organizado.

   El historiador del arte Jean-Claude Roussel explicó que los robos de arte en Francia “no son nuevos, pero nunca se había visto algo de esta magnitud en el Louvre”. Roussel enfatizó que los museos deben adaptarse “a los nuevos métodos criminales y a la vulnerabilidad tecnológica”.

   Por su parte, la Unesco expresó su apoyo a Francia, reiterando la importancia de proteger los bienes culturales “como testimonio de la memoria colectiva de la humanidad”.

   El caso continúa en investigación, y aunque aún no hay detenidos, la policía asegura haber obtenido imágenes clave de cámaras cercanas a la Rue de Rivoli, donde se habría utilizado un vehículo tipo furgoneta para la fuga.

   Mientras tanto, el Louvre reabrió sus puertas con un operativo reforzado y con un mensaje en su entrada: “El arte pertenece a todos, pero su resguardo es responsabilidad de todos”.