Secuestran al periodista Alan García Zúñiga en Poza Rica, Veracruz

    Poza Rica, Veracruz, 22 de enero de 2025. El periodista y trabajador de Pemex, Alan García Zúñiga, fue secuestrado la mañana del miércoles 22 de enero en esta ciudad, reconocida como una de las más peligrosas para ejercer el periodismo en México. El comunicador ya había sido víctima de un atentado en 2017, lo que lo llevó a ser incluido en el Mecanismo Federal de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.

    Según reportes preliminares, Alan García fue interceptado por un grupo de hombres armados al regresar a su vivienda tras culminar su turno como camillero en el hospital de Pemex. El periodista, quien llegó a bordo de una motocicleta a su domicilio en la colonia Guadalupe Victoria, fue obligado a subirse a una camioneta gris marca Honda. Los secuestradores huyeron rápidamente, lo que activó un operativo Código Rojo por parte de las autoridades locales, sin que hasta ahora se tenga rastro de su paradero.

Quién es Alan García Zúñiga

    Alan García cuenta con una amplia trayectoria en el periodismo. Ha trabajado en medios como Noreste y El Dictamen, donde cubrió temas de seguridad y sociedad. Actualmente colabora en el portal Resistencia Veracruzana, donde denuncia abusos policiales y hechos relacionados con la seguridad pública. También produce una videocolumna semanal, "Firmo y Afirmo", en la que aborda temáticas sociales y de seguridad.

    En 2017, el periodista sufrió un atentado en el que recibió un disparo en el hombro mientras trabajaba. Este ataque lo llevó a ser incorporado al mecanismo federal de protección, diseñado para salvaguardar a comunicadores en riesgo. Sin embargo, pese a estas medidas, García Zúñiga continuó recibiendo amenazas relacionadas con su labor periodística.

Reacciones ante el secuestro

   Diversas organizaciones y colectivos han expresado su preocupación por la desaparición de Alan García. La Red en Memoria y Lucha de Periodistas Asesinados o Desaparecidos emitió un comunicado exigiendo la intervención inmediata de la Fiscalía General de la República (FGR), la FEADLE y las autoridades estatales para garantizar su aparición con vida. “Nos solidarizamos con su familia y pedimos medidas urgentes de protección”, señaló la red.

   La organización Propuesta Cívica AC también manifestó su preocupación, subrayando que este caso evidencia las debilidades del mecanismo de protección para periodistas. “Es urgente revisar los protocolos actuales y garantizar la seguridad de quienes ejercen el periodismo en México”, indicó en su comunicado.

  Por su parte, la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) confirmó que está en comunicación con los familiares de García Zúñiga y colabora con las autoridades federales y estatales para su búsqueda.

La violencia contra periodistas en Veracruz

   Veracruz es uno de los estados más peligrosos para los comunicadores en México. Desde 2005 hasta 2024, 31 periodistas han sido asesinados y 4 más están desaparecidos, según datos de la CEAPP. Organizaciones criminales y gobiernos autoritarios son los principales responsables de estos crímenes, en un contexto donde prevalece la impunidad.

   El caso de Alan García no es aislado. Recientemente, el 17 de enero de 2025, el periodista Calletano Jesús Guerrero, subdirector del portal Global México, fue asesinado tras recibir múltiples amenazas. Además, durante el nuevo sexenio, otros dos periodistas han perdido la vida: Mauricio Cruz Solís en Michoacán y Patricia Ramírez González en Colima. Estos hechos han generado alarma entre colectivos de prensa y organismos internacionales.

  Según Reporteros Sin Fronteras (RSF), desde 2015, México concentra el 30 % de las desapariciones de periodistas a nivel mundial, ocupando el tercer lugar en asesinatos de comunicadores.

¿Qué sigue?

  El secuestro de Alan García Zúñiga subraya la urgente necesidad de fortalecer las estrategias de protección para periodistas en México. Diversos colectivos han llamado a las autoridades a actuar con eficacia para garantizar su aparición con vida y combatir la impunidad que rodea los ataques a la prensa.