Operación Telaraña: Ucrania ataca simultáneamente cuatro bases aéreas estratégicas rusas

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    Kiev, Ucrania, 1 de junio de 2025. En un golpe estratégico sin precedentes en el contexto del actual conflicto entre Ucrania y Rusia, este domingo Ucrania ejecutó la denominada Operación Telaraña, un ataque coordinado con drones contra cuatro bases aéreas rusas en diversos puntos estratégicos del territorio ruso. Este ataque ocurre justo un día antes de que ambos países se sienten nuevamente a negociar un posible acuerdo de paz en Estambul, Turquía.

    La operación fue dirigida directamente por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), organismo que tomó la responsabilidad oficial de la ejecución de este ambicioso operativo. Según declaraciones del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, la preparación de la operación tomó un año y medio, siendo meticulosamente organizada debido a su gran complejidad logística y el nivel de precisión requerido.

La Operación Telaraña alcanzó cuatro bases aéreas claves para Rusia en tres zonas horarias diferentes:

Belaya, ubicada en el este de Siberia.

Olenya, en el círculo polar Ártico, cerca de Finlandia.

Ivanovo, al este de Moscú.

Diaguilevo, también ubicada al este de Moscú.

    La ofensiva implicó el uso de 117 drones de pilotaje con visión remota (FPV), muchos de ellos notablemente económicos, con precios inferiores a los 500 dólares (aproximadamente 9,672 pesos mexicanos). El uso de estos drones permitió una operación de bajo costo pero de alta efectividad, superando ampliamente los sistemas defensivos rusos.

    Los drones fueron contrabandeados al interior de Rusia, ocultos estratégicamente en la parte superior de cajas metálicas transportadas por camiones de carga. Estos vehículos fueron contratados por empresas rusas, cuyos empleados ignoraban totalmente el contenido real del cargamento. La operación se planeó tan cuidadosamente que, durante meses previos, Ucrania recopiló imágenes internas de las bases aéreas mediante drones espía para identificar con precisión los objetivos.

    Además, Ucrania utilizó Inteligencia Artificial (IA) para entrenar a los drones en la identificación de puntos vulnerables específicos en las aeronaves rusas. Este entrenamiento tuvo lugar en museos de aviación en Ucrania, que poseen modelos reales de aeronaves rusas similares a las operativas en las bases atacadas.

    Durante el ataque, los drones impactaron objetivos estratégicos de alto valor militar, incluyendo depósitos de combustible y 41 aeronaves rusas especializadas en lanzamiento de misiles crucero, entre ellas modelos como los Tu-95, Tu-22M3 y aviones AWACS A-50, vitales para las operaciones aéreas rusas.

    De acuerdo con informes oficiales ucranianos, la operación provocó daños valorados en más de 7 mil millones de dólares, afectando severamente el 34% de la flota aérea operativa rusa en dichas bases, lo que dificultará considerablemente la reposición inmediata de las aeronaves afectadas.

    La operación fue ejecutada desde una oficina ubicada audazmente frente a una de las sedes regionales del Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso, lo que subraya el nivel de sofisticación, audacia y desafío que implicó la planificación y ejecución de la operación.

    Esta ofensiva ucraniana se contextualiza en una escalada de ataques aéreos por ambas partes, destacando que, justo un día antes, Rusia lanzó cerca de 500 drones sobre territorio ucraniano en un incremento constante de ataques semanales. La respuesta de Ucrania, con esta contundente acción, podría reconfigurar el escenario previo a la ronda de negociaciones en Turquía.

    A la espera del encuentro diplomático, la tensión sigue aumentando. Ucrania enfatiza en la necesidad de negociar un alto al fuego inmediato, el regreso de prisioneros de guerra, y la devolución de niños trasladados ilegalmente a Rusia, mientras que Moscú, por su parte, aún mantiene hermetismo sobre sus términos específicos.

    La Operación Telaraña podría marcar un punto de inflexión en el conflicto, considerando su magnitud, precisión y efectos devastadores, enviando un claro mensaje de capacidad operativa y estratégica por parte de Ucrania.