Dulzura: cuatro años de sabor y tradición que conquistan paladares en Joséfa Ortiz

Los Reyes La Paz, Estado de México, octubre de 2025. En el corazón de la colonia Joséfa Ortiz, sobre avenida Aldama entre las calles Miguel Hidalgo y José Favorito Domínguez, se encuentra un pequeño gran tesoro gastronómico: Dulzura, una cafetería que ha sabido combinar el encanto artesanal con la calidez familiar.

Paulina Avilez, su fundadora, nos recibe con una sonrisa que refleja orgullo y esfuerzo. “Dulzura nació del sueño de una niña que quería hacer más que solo postres; quería impulsar a su familia y salir adelante”, relata mientras acomoda una bandeja de crepas recién hechas.

El proyecto comenzó hace cuatro años, justo en tiempos de pandemia, cuando la incertidumbre económica empujó a muchos a reinventarse. “Nos quedamos sin trabajo, pero gracias a Dios y a nuestras raíces comerciantes pudimos levantar este pequeño negocio en la calle”, recuerda Paulina. Poco a poco, la gente comenzó a reconocer “la dulzura y calidad” de sus productos, lo que permitió que aquel modesto puesto se transformara en un espacio acogedor y con identidad propia.

El sabor de un éxito con raíces familiares

La historia de Dulzura está escrita con los ingredientes del esfuerzo, el amor y la tradición. “Toda mi familia ha sido comerciante, tanto del lado paterno como materno”, comenta Paulina. Esa herencia emprendedora se refleja en cada detalle del lugar: desde las mesas decoradas por su madre hasta la música suave que acompaña las tardes.

Su producto estrella son las crepas, y no es para menos. Aquí las hay para todos los gustos: desde las clásicas de Nutella, cajeta, lechera y frutos rojos, hasta las más originales con manzana verde, uva y kiwi, ingredientes poco comunes en otros locales. “Nos gusta aprovechar las frutas de temporada para que siempre haya algo diferente que ofrecer”, explica.

Además de las crepas, el menú incluye waffles, frappes, papas, hot dogs y banderillas, con ese toque casero que caracteriza a los negocios familiares. Entre las bebidas frías, destaca el frappuccino de caramelo, una mezcla perfecta entre café y dulzura. También hay frappes de sabores como oreo, mazapán, tres leches, coco o Baileys, e incluso propuestas de temporada como el frappé de pan de muerto, decorado con un mini pan sobre la bebida.

Café de Oaxaca: orgullo que se saborea en cada taza

Pero si algo distingue a Dulzura, es su café oaxaqueño de especialidad, traído directamente desde las montañas de ese estado. “Nosotros somos de Oaxaca y quisimos incluir algo que nos representara”, cuenta Paulina.

El grano utilizado tiene un tueste medio, lo que da como resultado una bebida equilibrada, ni muy ácida ni muy amarga. “Cada año vamos personalmente a verificar el tostado y la calidad del grano para asegurarnos de que no cambien la mezcla”, agrega. Este contacto directo con los cafetaleros les permite ofrecer una experiencia auténtica, de aroma profundo y sabor estable.

Decoración, atención y compromiso con la calidad

El espacio interior de Dulzura refleja una personalidad única. “Mi mamá fue la encargada de la decoración; le encanta combinar colores y detalles que hagan sentir cómodos a los clientes”, dice Paulina entre risas.

Y es precisamente ese ambiente cálido, acompañado de productos de primera calidad, lo que ha consolidado su éxito. “Jamás ofreceríamos algo de baja calidad, siempre cuidamos que nuestras frutas, lácteos y granos sean frescos y de primera”, enfatiza. Para ello, la familia visita directamente la Central de Abasto para seleccionar cada insumo, garantizando que el sabor se mantenga siempre al mismo nivel.

Horarios, atención y redes sociales

Dulzura abre de martes a domingo, de 6:30 p.m. a 11:30 p.m., horario ideal para disfrutar de una merienda o una cena ligera.

Aunque por ahora no cuentan con servicio de delivery, debido a la alta demanda y la naturaleza artesanal de su menú, sí mantienen contacto con el público a través de sus redes sociales:
Facebook, Instagram y TikTok como @DulzuraOficial, donde comparten fotografías, promociones y momentos especiales con sus clientes.

“Preferimos que la gente venga, disfrute el ambiente y se lleve la experiencia completa”, comenta Paulina. Y es que, como bien dice, las crepas y bebidas “se disfrutan más recién hechas y con el aroma del café en el aire”.

Un mensaje para los jóvenes emprendedores

Antes de concluir, Paulina deja un mensaje inspirador:
“A todos los jóvenes que sueñan con emprender, les digo que no se rindan. Este camino tiene altos y bajos, pero con esfuerzo y fe se logra el éxito”.

Y no cabe duda de que Dulzura es la prueba viva de ello: un proyecto nacido de la adversidad que hoy se sostiene con amor, trabajo y el sabor incomparable del café oaxaqueño.