José Luis González celebra 50 años de historia con su negocio
Archivado en: gentes
Multimedios Informativos| Fecha: 2025-11-08
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En el corazón de la colonia Kennedy, en Nezahualcóyotl, se levanta un pequeño negocio que guarda en sus paredes medio siglo de historias, esfuerzo y pasión por el deporte. José Luis González Romero, actual propietario, celebra 50 años del establecimiento familiar, fundado por su abuelo y continuado por su madre, quien durante décadas atendió con calidez a la comunidad.
“Este negocio lo inició mi abuelo hace muchos años; fue uno de los pioneros de la colonia”, comparte José Luis con orgullo. Tras su fallecimiento, su madre continuó la tradición, vendiendo principalmente balones, mientras él viajaba hasta Chichihualco, Guerrero, para surtirse del producto. “Allá me hacían los balones, me los daban a 14 pesos, y los distribuía hasta Guadalajara, Jalisco, donde se vendían muy bien porque allá son muy aficionados al fútbol y a las Chivas.”
Pasión por el fútbol y la tradición
José Luis recuerda aquellos años en los que los balones eran su vida. “Mi mamá vendía aquí en el local, y yo los llevaba fuera. No había competencia, dábamos precios de fábrica y eso nos ayudó a acreditarnos”, comenta. Con nostalgia, menciona que su madre falleció hace cinco años, y desde entonces él se ha hecho cargo del negocio junto con su padre, quien ya es mayor.
Hoy, el local luce renovado bajo el nombre de “Papelería y Novedades Pepe”, un espacio donde conviven los recuerdos de la juguetería original con nuevos servicios: “Tenemos papelería, juguetes y también hacemos impresiones y copias a color. Aquí no hay muchos lugares con ese servicio, así que la gente viene mucho por eso.”
Un negocio al servicio del barrio
El local se encuentra en la Avenida 8, esquina con Calle 27, punto de encuentro de vecinos, estudiantes y aficionados al deporte. José Luis abre todos los días, con horarios amplios: de 9 de la mañana a 8 de la noche, y los domingos a partir del mediodía, después de hacer limpieza. Los sábados suele acudir al centro de la Ciudad de México para surtirse de mercancía: “Allá todo es más barato, y así puedo ofrecer cartulinas a buen precio, mientras en otros lados están más caras.”
Además de papelería, José Luis continúa vendiendo balones y artículos deportivos, una herencia que define su identidad como comerciante. “Aquí los muchachos vienen después de jugar en las canchas de la Kennedy. A veces compran balones o se sientan a platicar. Me da gusto ver que todavía hay jóvenes que prefieren el deporte.”
Contacto y cercanía
Fiel a la tradición del trato directo, José Luis invita a la comunidad a realizar sus pedidos a través de WhatsApp al número 55-65-32-7330, donde también recibe trabajos para impresión. “Tenemos copias en blanco y negro y a color. Pueden mandar sus archivos y venir por ellos. Es más rápido y cómodo”, explica.
El fútbol, una pasión que no se apaga
Su vínculo con el balón va más allá del negocio. José Luis confiesa ser fanático del Cruz Azul desde su juventud. “Me acuerdo cuando Nacho Trelles dirigía al Cruz Azul, ganaron cuatro torneos seguidos. Fui al estadio Azteca y al de los Pumas en la final cuando Hugo Sánchez se despedía para irse a España. Aunque perdimos, me quedé con ese amor por el equipo.”
El fútbol, asegura, une a las familias y a los barrios. Antes, los niños jugaban en las calles; hoy, las canchas ayudan a mantener viva esa pasión de forma más segura. “Antes jugábamos cascaritas, ahora los torneos son más organizados. Pero el espíritu es el mismo: juntarse, reír y competir.”
Recuerdos del Mundial
Como buen comerciante, José Luis también ha sabido aprovechar cada evento deportivo. Durante los mundiales, su negocio se llena de color y entusiasmo. “He vendido álbumes y estampas del Mundial desde hace años. En el de Catar se vendieron muchísimo; llegué a traer sobres más caros del centro porque estaban agotados.”
Incluso conserva objetos de colección, como llaveros, álbumes y propaganda del Mundial de Francia, testigos de una época en que todo era más económico y la gente coleccionaba por gusto. “Pensé quitar el cartel viejo, pero lo dejé como recuerdo de mi mamá”, comenta con ternura.
Un legado que sigue vivo
A lo largo de medio siglo, este negocio ha sido más que un punto de venta: ha sido un símbolo de perseverancia, comunidad y herencia familiar. José Luis resume su historia con una sonrisa: “Aquí seguimos, echándole ganas, como siempre lo hizo mi mamá.”
Hoy, “Papelería y Novedades González” sigue siendo un espacio donde la gente no solo compra balones o útiles escolares, sino también un pedazo de la historia de Nezahualcóyotl.