El Colibrí: cocina mexicana y sazón familiar que conquista a los comensales en Las Fuentes

   Nezahualcóyotl, Estado de México, 27 de noviembre de 2025. -En el vibrante entorno de la colonia Las Fuentes, un pequeño espacio culinario se ha convertido en un punto de reunión para vecinos, trabajadores, familias y visitantes que buscan ese sabor que remite al hogar. Se trata del restaurante El Colibrí, ubicado en Tonatico 291, un proyecto lleno de significado y, sobre todo, de mucho corazón. 

   Detrás de este lugar se encuentra Erick Martínez, quien, tras concluir un ciclo laboral y entrar en un periodo de jubilación, decidió dar vida a un proyecto que por años permaneció en pausa. Ese sueño, acompañado de determinación y creatividad, hoy se ha convertido en un espacio que promueve la comida tradicional mexicana con un toque casero. "Era un proyecto atrasado", comparte Eric, “y una tarde, viendo el televisor, nació el nombre”. 

   El nombre El Colibrí se eligió no solo por estética o simpatía: el ave representa suerte y amor, elementos que hoy forman parte de la esencia del restaurante. “Nunca había visto un lugar con ese nombre”, comenta Erick, “y el colibrí siempre ha simbolizado cosas buenas; por eso decidimos adoptarlo”. 

Tradición que se cocina cada mañana 

   El Colibrí ha estado abierto por 11 meses, tiempo suficiente para posicionarse como un rincón de sabor auténtico. Su menú diario se prepara desde temprano y conserva la costumbre de los hogares mexicanos: 

— Sopa de pasta o caldo
— Arroz
— Tres guisados diferentes cada día 

  Entre los guisados que los clientes más piden destaca uno que ya es firma de la casa: el pollo en salsa verde. Se trata de un platillo que, según Erick, “nos piden en todos los eventos”, acompañado con arroz y consomé de pollo, formando un conjunto clásico y reconfortante. 

   La filosofía del menú es sencilla pero efectiva: no repetir guisados en un periodo corto para que los comensales puedan disfrutar variedad. Esta estrategia ha funcionado tan bien que la clientela regresa con gusto y cada día se implementan nuevas propuestas. 

Bebidas naturales y postres caseros 

  El restaurante no pretende ser sofisticado: su intención es ser honesto. Las bebidas se preparan al momento: agua de horchata, jamaica, frutas, limonadas y naranjadas, además de café de olla y té. “Todo fresco, todo del día”, recalca Erick. 

   En cuanto a postres, El Colibrí ofrece lo tradicional y lo que ha acompañado generaciones: plátanos con crema, gelatina, fresas con crema o un flan casero. “No tenemos postres complicados aún”, confiesa Erick, “pero conforme tengamos más clientes, trabajaremos nuevas opciones”. 

Fines de semana especiales 

   Durante los sábados y domingos, el menú se transforma en una experiencia más festiva. Se preparan: 

— Pancita
— Pozole
— Birria, alternándose fines de semana 

  Estos platillos atraen grupos completos que buscan desayunar o comer con sazón casero y precios accesibles. 

Atención cercana y horarios 

    El Colibrí atiende de lunes a sábado de 9:30 a 16:30 horas. Los desayunos se sirven hasta las 12:30. Además, todos los días se comparte el menú mediante WhatsApp, facilitando que los clientes reserven platillos o programen pedidos.
El número de contacto es: 55 14 77 61 14. 

“Solo mándanos un mensaje”, explica Erick, “y te agregamos a la lista donde enviamos el menú diario”. 

Un espacio para celebrar 

   Uno de los aspectos más llamativos es que El Colibrí realiza eventos para entre 20 y 70 personas, la capacidad total del restaurante. Cuentan con paquetes sencillos y completos, adaptándose a las necesidades del cliente. Estos eventos suelen realizarse principalmente los viernes y sábados, aunque también pueden llevarse a cabo los domingos. 

    Lo curioso es que los eventos no formaban parte de la idea original. Sin embargo, pronto los clientes comenzaron a solicitar el espacio para celebrar cumpleaños, reuniones laborales o comidas especiales. En menos de un año ya han realizado eventos mensuales, y el último periodo registró tres en un solo mes. 

Una anécdota que marcó el rumbo 

   Entre las experiencias más memorables, Erick comparte una: una señora llegó sola a comer y, antes de terminar su platillo, se levantó y dijo que regresaría. Volvió acompañada de seis personas, quienes llenaron el lugar con conversación y alegría. Permanecieron más de dos horas. 

“Creo que sí era nuestra espía”, bromea Erick, “pero lo mejor es que todos se fueron felices”. 

Un mensaje para la comunidad 

Con la sinceridad que caracteriza al proyecto, Erick finaliza con una invitación: 

“Están bienvenidos. Ojalá se puedan dar una vueltecita para visitarnos y así podamos atenderlos como se merecen. Aquí estamos para servirles”. 

   Con sabor casero, atención cálida y un concepto lleno de simbolismo, El Colibrí sigue alzando vuelo como uno de los nuevos favoritos de Nezahualcóyotl.